La verdad es que por mi juventud, no viví los comienzos de "la punta" como lugar de fiesta, pero desde que la conozco, allá por 2008, que fue la primera vez que la pisé de noche con varios compañeros y amigos tras una cena, ha cambiado mucho. Del ambiente de jóvenes ha pasado, en su mayoría, al ambiente de niños y niñas pequeños de 15 y 16 años, que con esa edad era impensable ver a gente hace 5 años allí, y al de cierto tipo de personajes que no van a pasarlo bien, si no a liarla. Pero los tiempos cambian, y prueba de ello es lo anterior. Y es una pena, que cambién para peor.
Independientemente de que Cádiz es pequeño, no tiene ninguna infraestructura ociosa que llame la atención. No hay una bolera, no hay un centro de ocio, los cines son muy caros....no hay nada que nos ofrezca un ocio alternativo y ninguna persona ofrece alternativas. Entonces, ¿que nos queda a los jóvenes para divertirnos? La Punta de San Felipe , principalmente. La verdad, que "la punta" está "olvidada", al igual que la juventud de la ciudad. Y ésto es preocupante. Como también lo son los límites que está alcanzando este lugar gaditano ganado al mar en los últimos años.
En 2006, la alcaldesa de Cádiz, presentó un proyecto de mejora de la Punta San Felipe que se llegó a ejecutar, realizando dos barras de bar -cerradas desde su construcción-, colocando mamparas protectoras del viento -apenas quedan tres o cuatro- y techando la pérgola que recorre la parte superior de los pubs y discotecas -lo mejor que hicieron para evitar la lluvia-. Y en ese mismo año, se aprobó la famosa "LEY ANTIBOTELLÓN" que prohibía consumir alcohol en la calle, y que el ayuntamiento empezó a aplicar en enero del 2007. Éste, decidió que el botellódromo fuese en el citado lugar, así como en otro orden de cosas, la entrada en funcionamiento del Búho-Bus. Durante el primer año del establecimiento de esta nueva ley, no se cumplió del todo en las calles gaditanas, donde se hacía botellón cada fin de semana. La gente era muy reacia a marcharse hasta la punta que no estaba acondicionada para tal fin, y prefería quedarse en las calles del centro de la ciudad, así como en Muñoz Arenillas, que tanto problemas ha traído a los vecinos de la zona.
Después de varias búsquedas por la red, me quedo sorprendido de la multitud de noticias que hablan sobre peleas o robos, en el lugar del botellón. Os pondré en una próxima actualización, todos los casos que han publicado los medios de comunicación sobre agresiones, robos y otros acontecimientos sucedidos en la noche gaditana "puntera". Desde el inicio del botellón en aquella zona hasta el 2013, han pasado muchos años y ocurrido multitud de conflictos cada fin de semana. No puedo olvidarme de aquel 24 de Noviembre del 2004, cuando un mal nacido, porque no tiene otro nombre, le pegó una puñalada en el costado izquierdo al portuense Francisco Gamboa, estudiante universitario, cuando se marchaba a casa tras una noche de fiesta en dicho lugar. La agresión fue por una "pamplina": F.G, se tropezó sin querer con un miembro de una pandilla de indeseables -que irían borrachos- y no les sentaría bien el tropiezo del portuense con uno de sus miembros, que ante éste, reaccionaron agrediéndole de manera brutal, pegandole un navajazo, como ya he dicho, en el costado. Fue trasladado al Hospital Puerta del Mar, donde falleció posteriormente. A raíz de este hecho, todo fue un punto de inflexión. No podía volver a ocurrir algo tan grave en la ciudad acaecidos en 2002. Y se evitó de algún modo, pero las agresiones siguen presente a día de hoy.
En este presente y olvidando por el momento varios años de problemas, en estos 9 meses del 2013, las peleas han sido continuas cada viernes y sábado. Por motivos de trabajo, en invierno, apenas salgo los fines de semana, solo cuando el tiempo y el trabajo me lo permite y es por ello, que en la mayoría de los "findes" me quedo en casa y así me alejo de aquel olvidado lugar. Cuando uno cumple años y tiene un hobby, pues ve las cosas de una manera diferente y si a esto le añadimos, el cambio de edad que desde hace escasos 2 o 3 años, se esta produciendo en los jóvenes para salir de botellón y las peleas, pues ya no te motiva como antes y te sientes mayor entre tanto joven, además de sentir miedo, porque nunca se sabe si tu puedes ser el agredido. No se cuantos viernes y sabados tiene el año, pero de todos ellos, entre uno y otro, salgo entre 30 y 40 veces, numero arriba o numero abajo, y quizás por todo lo anterior, la punta no me guste e intente evitar el ir allí en las noches de fiesta. Y si en Cádiz el ocio es cero, pues no que da otra. Y es lo que le dije a un policía local, un día de octubre del 2012, que tuve un enfrentamiento con un individuo al que ni conocía. Yo fiel amante de la tranquilidad, al enterarme de que éste chaval quería poner su mano sobre mi cara, me dirigí junto a la policía local, y sin yo decir nada, ellos se preocuparon por mi caso, al verme alterado. "¿Has tenido algún problema?". Le contesté lo que pasó y me respondió una cosa, que me dejó marcado: "con la buena presencia que tenéis - por mí y por mis amigos/as- no se que hacéis aquí", y le respondí con un "Gracias, pero es que en Cádiz no hay nada. Yo salgo, me tomo mi copa, me doy mi vuelta y me voy para casa...que si puedo evitar venir, lo evito".Y al final, la cosa se solucionó.
Pero pese a todo, pues, cuando el tiempo me lo permite aunque no me gusta mucho, pues me tengo que pasar por la punta por estar con mis amigos/as. Tengo que tragarme peleas, botellazos, porrazos de los policías, detenciones, cacheos, trapicheos, entre otras cosas, al igual que todos y todas l@s que acudimos allí.
Y retomando en estos meses de verano, parece ser que los tontos han vuelto. Broncas y más broncas, de las que os hablaré como ya he dicho en otra entrada, pero del caso que viví en la noche del sábado, os hablaré ahora y con ello le pondré punto y final a esta larga entrada, de la que os pido perdón por la extensión.
No se que hora era exactamente, pero las 3 o 4 de la mañana seguro. Un individuo corre más allá la última discoteca de la Punta de San Felipe. Me resultó bastante extraño. Al instante, 3 policias nacionales caminando. Girando su cabeza de un lado para otro, buscando algo o a alguien. Se paran junto a un grupito de gente. Mi grupo de amig@s y yo, nos levantamos de donde estabamos sentados y nos marchamos hacia la puerta de la discoteca citada. La policía corre. Se crea un revuelo. Un chaval distinto al primero tirado en el suelo. Algo pasa. Algo habrá hecho. La policía se lo lleva a la acera junto a la balaustrada de los contenedores del muelle. Tirado en el suelo, un policía la aguanta las piertas mientras otro le pone las esposas. Está reducido. No se puede mover. Sus amigos y su gente, chillando, enloquecidos por la acción de la policía ante su amigo, su gente. El furgón de la UIP, llega. Se lo llevan, esposado, imagino que al calabozo. Acaba el suceso. Imagen dantesca para todos/as los presentes. Sufrimiento para sus amigos/as y familiares. Pero algo haría cuando los presentes vimos esas imagenes. Y después de todo, otra imagen que ya comentaré y que se me quedó marcada en la retina.
Me fui de "la punta" caminando hacia mi casa pensando tras haber visto lo que vi, que otro ocio es posible en la ciudad de Cádiz y que esto no ocurriría si hubiesen controles a la entrada de la punta como ocurrió a los comienzos del Botellódromo, pero esto se consigue si el Ayuntamiento pone medios para evitar los conflictos como es la presencia policial estacionada en la zona, una reforma de la zona que deje la oscuridad a un lado en diversos puntos de dicho lugar y creando otros puntos de ocio en la ciudad, que son tan necesarios en la capital gaditana.
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